Introducción

Las enfermedades no transmisibles (ENT) son la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo. El término ENT se refiere a un grupo de enfermedades que no se transmiten de persona a persona, tienden a ser de larga duración, y resultan de la combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y conductuales (WHO 2022). Generan consecuencias para la salud a largo plazo y son causa de gran parte de la morbimortalidad que experimentan las sociedades modernas.

Entre las ENT de mayor prevalencia se encuentran las enfermedades cardiovasculares (ECV), el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas. Según el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) las ENT fueron responsables de 31 millones de muertes en 2019 (74% de las muertes mundiales), siendo las ECV responsables de 18 millones. Las mejoras en la prevención, diagnóstico y tratamiento han contribuido en la disminución de la mortalidad prematura por ENT a nivel global, de 22,9% en el año 2000 a 17,8% en 2019 (WHO 2022).

Las ECV es un término que abarca un grupo de enfermedades del corazón y aparato circulatorio que incluye enfermedades hereditarias, congénitas y aquellas que se desarrollan a lo largo de la vida como la cardiopatía isquémica, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, entre otras.

Para conocer la dinámica demográfica de un país o región es relevante conocer la información sobre mortalidad, natalidad y movimiento migratorio. La información sobre mortalidad anual es uno de los medios más importantes, junto a las enfermedades y lesiones que afectan a las personas, para evaluar la eficacia del sistema de salud de un país. Las estadísticas de causa de muerte, ayudan a las autoridades sanitarias a determinar su estrategia para las acciones de salud pública.

Uruguay presenta un perfil demográfico con bajas tasas de natalidad y mortalidad y como consecuencia una población envejecida. En este contexto, las ENT y dentro de ellas las ECV, adquieren una dimensión preponderante siendo la principal causa de muerte y discapacidad en la vida adulta (Brunet y Márquez (2016), Cabella (2012)).

La epidemia de COVID-19, declarada como emergencia sanitaria por la OMS el 30 de enero de 2020, ha representado una gran amenaza para la salud mundial y el funcionamiento de los sistemas de salud, los que han experimentado una disrupción generalizada. A raíz de la misma, se generaron restricciones sociales, gran número de casos de pacientes, infraestructuras de centros de salud con recursos insuficientes y escasez de equipos médicos, medicamentos, diagnósticos y personal, sumado a trabajadores de la salud sometidos a una enorme presión (WHO 2022).

La mortalidad por COVID-19 ha impactado de manera significativa en los países de América Latina y Caribe. Hasta agosto de 2021 la región acumulaba el 32,1% del total de defunciones por COVID-19 reportadas en el mundo, siendo que su población representa el 8,4% de la población mundial (Caribe 2021). En Uruguay la mayor mortalidad por COVID-19 se observó en el año 2021.

La OMS plantea que el exceso de mortalidad vinculado a la pandemia por COVID-19 permite una imagen más completa del impacto que tuvo la misma en la mortalidad, ya que incluye las muertes atribuidas directamente a la enfermedad por el virus SARS-CoV-2, así como a las muertes por efecto indirecto que tuvo la pandemia de COVID-19 y las respuestas a ésta sobre las otras causas de mortalidad (WHO 2022).

Propósito del informe

  • Reportar la mortalidad por ECV correspondiente al año 2021 y su evolución entre los años 2005-2021.

  • Analizar la información sobre mortalidad por ECV y contextualizarlas con las restantes causas de mortalidad.

Metodología

Las patologías de estudio del Área son las definidas como “Enfermedades del Sistema Circulatorio” por la OMS en la 10a Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10). (Ver Anexo I)

La fuente de datos utilizada son las bases de datos de mortalidad del Ministerio de Salud Pública (MSP). En Uruguay, el modelo de registro es a través del certificado de defunción. El certificado de defunción es el documento médico-legal en el que se registra el fallecimiento de una persona o una defunción fetal, sus causas, estados mórbidos contribuyentes y demás datos que establezca la reglamentación (Art. 1 Ley N° 19.628). No es objetivo del presente informe el análisis de las defunciones fetales. La CIE-10 adjudica una categoría y un código específico para cada causa que se registra en el certificado de defunción, para este análisis se utiliza el registro de la Causa Básica de Defunción asignado por el MSP. La mortalidad por COVID-19 fue registrada según el capítulo XXII del CIE-10 (U71-U72): Códigos para situaciones especiales.

Un aspecto técnico a aclarar, es que las tasas de mortalidad en los gráficos de evolución se acompañan de sus respectivos intervalos de confianza como se indica en el Anexo II.

Los cálculos y los gráficos fueron hechos con el lenguaje de programación y software estadístico (R Core Team 2022), usando la interfaz gráfica RStudio (RStudio Team 2022), que permite generar el código fuente de este documento, así como el informe interactivo en formato de página web, a través de las librerías openair (Carslaw y Ropkins 2012), lubridate (Grolemund y Wickham 2011), plotly (Sievert 2020), bookdown (Xie 2022), quarto (Allaire 2022), knitr (Xie 2015), kableExtra (Zhu 2021), tidyverse (Wickham et al. 2019), stringr (Wickham 2018).